martes, septiembre 5
#48
Hoy es el día 48 de mi desafío de 100 días de escritura. No puedo creer que he llegado tan lejos, y que he escrito todos los días algo, aunque fuera un par de párrafos sin sentido medió escondidos en una pijamada con amigas. Hoy no tengo mucho que decir más allá del profundo agradecimiento que estoy sintiendo en estos tiempos. Me siento bendecida, tocada por el universo, un poco más yo, más que antes, mucho más que hace un año. Estoy viendo y entendiendo cosas que hasta ahora no había querido ver ni entender, estoy observando todo desde una perspectiva nueva que ni siquiera pensé que existía. Me siento verdaderamente optimista porque sé que todo funciona como una especie de engranaje supremo. Todo lo que ha pasado me ha traído hasta aquí, y aunque duele a veces, aunque aún arde un poco la herida, se que todo está bien, a su manera, a la manera de la mujer solar que a la vez es noche y luna. Gracias por tanto, retrógrado. Gracias por tanto, Universo. Gracias por tanto, cuerpo mío, por soportar mis maltratos, mis abandonos y las heridas externas. Miro una frase de Shakespeare colgando de mi pared y sonrío, porque sé que es verdad, porque sé que aunque soy pequeña soy fuerte. Y mientras mi corazón sonríe tambien, me permito recordarme que debería escribir estas entradas mucho más temprano.
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