Espérame. Mantén los ojos cerrados y la ventana
abierta. Reunámonos en tus sueños, en ese lugar
prometido en el más acá, y bailemos un vals a la luz de la luna.
Reunámonos en los míos, junto al Mar, y llamaré a los dioses para pedirles que
te bajen las estrellas y construyan un muelle con el brillo de la luna. Un bote
aguardará en la orilla, hecho con el sonido de tu risa y tu voz, con los
suspiros perdidos entre las sábanas, las veces que salimos a volar por las
nubes, las tardes que nos guardamos entre las ropas, junto a las mañanas
eternas sin decir ni una sola palabra; un hombrecillo de sombrero de copa nos
sonreirá al abordar, y nos preguntará si acaso este u oeste. Tú dirás Sur,
siempre Sur. El muelle argénteo desaparecerá a nuestras espaldas, y sonreirás
como un niño al sumergir los dedos en el agua, estremeciéndote ante su
frialdad. Tu cabello oscuro brillará con destellos azulinos, tus ojos marrones
me mirarán con magia y metáforas ocultas y versos transparentes y yo te
sonreiré, mientras el hombrecillo del sombrero de copa comienza a tararear Las
Cuatro Estaciones. Hablarás de la otra orilla, de lo lejana que parece. Dirás
que todo parece un sueño, una ilusión, un verso de un poema surrealista o un
pasaje de una novela simbolista, y luego sonreirás sin poder creer lo que has
dicho. (No importa, no existen los absurdos en medio de este Mar). No
preguntarás dónde vamos, el Sur te parece suficiente y a mí también. Espérame.
Dile al Mar que detenga su oleaje, al Sol que deje de quemar y a la Luna que te
sonría; pídele que te envíe mi mensaje. Le he dicho que te espero. Le he dicho
que te haga reír, que se enamore del sonido de tu risa, de la luz de tu rostro
cuando miras el cielo. Le he dicho que no calle nada, que no guarde mis
secretos, que te entregue todos mis sueños y mis esperanzas, y que guarde con
recelo cada una de tus palabras mientras yo no estoy. Espérame. No será mucho.
Espérame en el muelle, con el brillo, con la sonrisa y el Sur. Tres meses. La
vida pasará por nuestro lado, las horas se deslizarán por nuestras manos y al
regresar hablaré en mapudungún de las aventuras que viví en el bosque feérico
donde nos vimos por primera vez. Me mirarás con magia, me abrazarás con esa
maravillosa sonrisa en los labios y me dirás ‘te extrañé’. Yo también te
extrañé.
1 comentario:
Me encanta lo que haces, me inspira mucho y me produce mucha pasión por el mundo, por cada instante de mi vida.
Debo ser algo asi como una super fan, leo mucho de lo que haces; empezo en potterfics y fue todo un hallazgo. Queria agradecerte porque lo que haces significa y significo mucho en mi vida, dentro de todo un proceso revolucionario.
Me encantaria tener algun otro contacto con vos, pero es algo loco. Un abrazo de parte de una lejana amiga.
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